Almacenes Femenías es mucho más que una empresa de materiales de construcción e interiorismo: es la historia de una familia que, generación tras generación, ha sabido consolidar una visión empresarial arraigada en Mallorca y proyectarla al mundo. Fundada en 1936 en un pequeño garaje de Llucmajor, la compañía se acerca a su 90º aniversario con cinco puntos de venta, distribución global y un firme compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Para Gori Jaume, actual manager de Relaciones Comerciales e Institucionales, hablar de Almacenes Femenías es hablar de legado, de evolución y de una marca que combina tradición familiar con ambición internacional. Con esta entrevista DISSET retoma ‘MARCA Baleares’, una iniciativa que busca incentivar la colaboración público-privada, en favor del aprovechamiento de la identidad de Baleares para la promoción y mejora de la competitividad de las marcas renombradas de las islas. Este es un extracto de la entrevista completa que se publicará en el libro MARCA Baleares Vol.2′.
¿Qué papel ha jugado la familia en vuestra transformación y en el mantenimiento de los valores fundacionales?
Yo creo que Almacenes Femenías no se entiende sin el papel de la familia. Nosotros somos una empresa familiar, de raíces familiares y de tradición familiar. Lo que intentamos es que la empresa tenga esos valores, esos valores que la propia familia intenta transmitir. Somos una empresa mallorquina orgullosa de sus orígenes, evidentemente con implementación local, y con visión internacional. Por tanto, yo creo que la evolución de Almacenes Femenías solo puede ser entendida con la familia o desde la perspectiva de la familia.
¿Qué define el ADN de Femenías? ¿Qué os hace diferentes dentro de vuestro sector?
Yo creo que nos orgullece, sobre todo, el origen, está claro. Nosotros tenemos claro de dónde somos y eso creo que es un valor muy importante a transmitir. Y luego, intentamos hacer las cosas con cuidado, con cariño, buscamos siempre la perfección. Intentamos ir un paso más allá porque al final lo que a nosotros nos importa es intentar dar un servicio excelente. Estamos comprometidos con la excelencia y buscamos que todas aquellas personas que vengan a Almacenes Femenías encuentren su asesoramiento personalizado, encuentren su proyecto de vida y encuentren cómo poder hacerlo. Esto exige evidentemente una formación continua, muy rápida, exige también estar al día de las novedades, exige intentar buscar marcas que apuesten por algo diferente y apostar, evidentemente, por estar a la vanguardia. Creo que, si de algo puede estar orgullosa esta familia, es de que Almacenes Femenías está a la vanguardia de los materiales de construcción y de interiorismo.
¿Cómo ha influido vuestra trayectoria histórica en la consolidación de la marca en Baleares?
Yo creo que Almacenes Femenías ha sabido adaptarse a cada circunstancia porque al final no se entiende ninguna empresa si no es evolucionando al mismo tiempo que cambia la sociedad, ¿no? Se trataba de una empresa que estaba en un almacén en Llucmajor, en un garaje de Llucmajor… Poco a poco nos fuimos consolidando. En los años 60 fue el boom turístico y Almacenes Femenías se instaló en la zona del Arenal, hicimos todo el desarrollo de la playa de Palma y acompañamos a las grandes cadenas hoteleras en su consolidación en Mallorca. Y luego, ya más adelante, con la expansión internacional de estas hoteleras, pues nosotros también hemos participado mucho. Por tanto, yo creo que la marca Baleares está muy presente en Femenías porque, no solo hemos ayudado al desarrollo de la marca Baleares en el mundo, sino también de la marca Baleares en la propia Baleares.
¿Qué representa para ti la marca Baleares?
Es una pregunta complicada. Yo creo que la marca Baleares existe, lo que pasa es que no la hemos sabido vender. Yo creo que Baleares es referente en el mundo en muchas cosas que hemos hecho, estamos haciendo y sabemos hacer, y que la gente, inconscientemente, lo utiliza, pero no es consciente de que existe esa marca Baleares. Es decir, es imposible no decir que no existe esa marca Baleares. Lo que pasa es que esa marca tiene que ir acompañada de un proceso de promoción, que tienen que llevar a cabo las instituciones públicas. Yo creo que las empresas lo hacemos. No hay una estrategia para promocionar esa marca Baleares, pero creo que esa marca Baleares existe. Están las bases, las bases del trabajo bien hecho, que se hace y que la gente lo reconoce.
¿Cómo trabajáis vuestra marca en un mundo saturado de productos y marcas?
Nosotros somos una empresa multimarca y por tanto trabajar la marca Almacenes Femenías no es fácil, pero intentamos que, todas aquellas empresas colaboradoras que trabajan con nosotros sientan que la forma de trabajar de Almacenes Femenías comporta una serie de rasgos y una serie de valores que tienen que ser compartidos. Nosotros intentamos asociar nuestra marca a todo ello, a todos estos valores para que cuando alguien sepa que trabaja Almacenes Femenías, pues trabaje con productos cuidados, con productos innovadores, con productos diferentes. Nosotros somos Femenías del color rojo. Creo que es algo que también nos define, porque somos una empresa, que busca la pasión en el cliente, busca algo completamente nuevo, novedoso, que llama la atención, diferente.
¿Qué ventajas tiene trabajar con una empresa local como Femenías frente a grandes grupos?
Yo creo que tiene ventajas e inconvenientes, está claro. Los grandes grupos al final tienen un poder de compra mucho mayor pero nosotros, en cambio, dominamos mucho el territorio y, además, trabajamos con cuidado al cliente. Nosotros hacemos un asesoramiento completo desde que el cliente entra por la puerta hasta que se marcha, incluso después de marcharse, lo seguimos acompañando en su viaje, en su proceso de compra de vivienda, hotel, restaurante o lo que sea. Nosotros tenemos clientes muy fieles que trabajan desde hace mucho tiempo con nosotros y parece que están contentos con el trabajo que hacemos.
¿Cuál es vuestra estrategia de innovación?
La generación que está al mando ahora, la generación de mis padres, han profesionalizado —aunque no me gusta mucho el término— la empresa, incorporando a directivos profesionales que han hecho que la empresa se estabilizara mucho más y, además, acompañado de un fuerte crecimiento. Queremos buscar nuevos mercados, queremos buscar otro tipo de producto diferente que se pueda incorporar. Pensad que hay nuevos materiales con los que no trabajábamos, que se pueden incorporar, y que hemos ido sumando a nuestra oferta. Al final, nuestra estrategia es seguir un paso por delante, que es lo que ha hecho que perciban a Almacenes Femenías como innovadores.
¿Qué papel deberían jugar las administraciones públicas para reforzar la competitividad de las marcas baleares?
Creo que los políticos tienen que tener clara una premisa o se tienen que preguntar qué papel tiene que jugar Baleares en España y en el mundo. Hemos logrado un modelo económico de éxito que además está basado en el turismo y que cada año es locomotora de España. No puede ser que haya unos costes de insularidad que perjudiquen a la competitividad de las empresas de Baleares y eso no se ha trabajado. Tenemos una marca Baleares, la queremos exportar al mundo, y el papel de las administraciones es ese: preguntarse si quieren que esa marca Baleares exista, si quieren que las empresas de Baleares tengan mejor competitividad y si quieren que Baleares tenga mayor peso político en España, en Europa y en el mundo.